jueves, 21 de febrero de 2008

Mis ángeles



A veces el silencio es tan importante como el ruido.
Cuando andas un poco cansado de tanto ruido, tanto ajetreo de la vida diaria, el silencio sirve para desconectar, para protegerte, y reflexionar en tu universo interior.
Entonces allí te recargas de energía positiva, vuelven a nacer sueños, ilusiones, y esa flor que quedó marchita vuelve tímidamente a brotar, despertar y abrirse a un cambio, una vida nueva y llena de belleza.
Ése ha sido el motivo de mi silencio.
Los silencios, en música, son de vital importancia.
El silencio de dos miradas que se cruzan y se dicen todo sin pronunciar palabras, tiene un valor incalculable.
Como el silencio en un recital.
Pequeñas pausas necesarias para poder continuar.

Este dia tan especial se lo dedico a dos ángeles en mi vida.

Raulito, siempre te pasabas a verme, una sonrisa sincera, un abrazo de verdad que me limpiaba el alma, una palabra bonita.......

Recuerdo cuando decías Rafa, sé feliz, Vive que estamos aquí dos días, no pierdas el tiempo en pensar cosas tristes, sólo vive, disfruta, no hagas daño a nadie y sé feliz.Mañana podemos salir a la calle y puede pasarnos algo, por eso hay que disfrutar.Cuánta razón tenías Raulito.

Cuántas noches pasábamos horas hablando de nuestras cosas, cuántas emociones y secretos compartidos, cuánto de importante fuiste en cuántos momentos tan importantes para ambos.
Cuánto aprendí de tí, y cuánto te quiero.

Porque aún te siento, hablarme con tu nueva manera de hablarme, de contarme cosas mientras duermo, de abrazarme cuando te pido un abrazo. Dicen que se siente frío, pero eso es mentira, porque yo siento toda tu calidez, tu luz sigue viva en mi. Gracias por estar ahí, y por enseñarme a ser mejor persona, dondequiera que estés.

Descansa en paz Raulito, con toda la paz que te mereces. Nunca te olvidaré. Al principio me sentí como si me hubieran arrancado un brazo, como si me hubiera quedado ciego, pero tú me enseñaste precisamente a valorar más aun todo lo que tengo, a luchar por tí desde aquí.

A tí mi ángel aquí en la Tierra, por estar ahi, a pesar de las tormentas. Por superarte a ti mismo, por crecer.... Estás más bonito por dentro y por fuera que nunca.
Por llegar a tiempo, cuando casi estaba a punto de mirar hacia otro lado, y poco a poco me siento mas y mas orgulloso.
No cambio ni uno sólo de los segundos tan felices que he pasado contigo, porque me siento "yo", tan especial, tan bien conmigo mismo.
Gracias a Dios, dentro de pocas horas, hace ya unos años que viste la luz por primera vez, con toda tu pureza e inocencia.

Ahora que me estás dando tanta fuerza y energía positiva, lucharé como dijo mi Raulito hasta el máximo para nuestra felicidad y la de los que nos rodeen, pues hemos venido aquí para eso. Y si, en algún momento flaqueo, sé que me ayudarás levantarme. Quisiera regalarte la luna, pero está ahí muy bonita donde está, así que me conformo con mirarla junto a ti o bailar bajo ella con todo lo que eso provoca en mi corazón.

Gracias por ser, estar y existir. ¡Felicidades mi ángel! Te deseo un día tan feliz como el sol. Cierra los ojos, y siente mi sonrisa tan sólo para ti.



Y muchas gracias a los dos, por enseñarme a ver por fin, con los ojos del corazón.



*Neö

1 comentario:

Laura Abella dijo...

Hola Rafa! Sí, los silencios son tan necesarios...para calmar el alma y recargar la vida.
Me alegro mucho que siempre siempre sepas ver. Iba a escribir algo detras de ver, pero creo que el punto ahí es adecuado.
Sé que te debo un mail, sabes que aunque no sea veloz escribiendo te llevo en mente.

Un beso para tí y tus tesoros!