El vacío / Requiem

Se fue sin decir adiós. Se fue intentando aparentar que nunca estuvo aquí, a veces incluso lo creo. Arrepentido, tal vez, avergonzado,
quizás, un día decidió tomar la primera salida sin mirar atrás para
no volver más.
No le culpo de nada. Si acaso a mí mismo.
Y me he dicho que la nostalgia es una enfermedad leve que acaba curándose sin
dejar huella, pero hay casos que se complican. Otros llegaron
después, siempre hay otros, pero ninguno pudo llenar ese hueco,
particular e imborrable, que él dejó al partir sin decir adiós y en
el que a veces pongo flores para hacer más bella la ausencia.
Siempre me insuflabas aire, cuando me faltaba para respirar
y un buen dia, dejaste de hacerlo,
respirar.
Agua, pura y cristalina,
que al igual que tú
son mis amigos: Algo tan necesario.
A tí mi amigo/a ausente,
no quiero aprender a vivir sin tí,
preferiría borrar mi efímera existencia
antes que olvidarte.

En mi adolescencia elegí emprender el camino
hacia el cielo,
posándome en la Tierra sólo lo necesario.
Espíritu libre o
loco incomprensible.
Aún creo que es posible
estar abajo
y llegar a alcanzar las estrellas.

Pero hay un precio que hay que pagar
por subir a donde los demás tienen miedo...

Exiliado del mundo
materialista y vulgar,
me quedan en el recuerdo aquellos momentos mágicos,
instantes y canciones se entrelazan y guiñan,
o quizás sólo será que en mi mente los asocio,
como enfrenta uno lo que fue y lo que desearía,
lo que debió haber sido y lo que aún está por decidir.

En esta noche, descansaría en una cabaña
en la copa del mayor de los árboles,
donde aún no hubiese llegado nadie
y se guardasen intactos y puros los primeros deseos.

Donde el silencio de la noche sería nuestro cómplice.




*Neö: Dedicado a todas las personas
a las que les falta alguien.