Las enseñanzas de Morrigan

Morrigan, también conocida como Morrigu o Morghana, es la "diosa fantasma" celta de la muerte y la destrucción, la transmutación, el cambio y el renacimiento. Se la representa típicamente con armadura y armas. Morrigan está presente en todas las guerras(no necesariamente épicas,puede ser guerra consigo mismo), tomando la forma de cuervo o coneja. Su papel en la guerra es infundir en los soldados la fuerza (y la ira) para combatir. Su nombre significa "Gran Reina" o "Reina Espectral". Morrigan también se puede traducir o encontrar escrito como Carrie o Carrigan.

Morrigan es la diosa de la guerra, y por lo tanto de la muerte. Pero también representa la renovación; la muerte que da a luz a una nueva vida, el amor y el deseo sexual. La vida y la muerte están muy unidas en el universo celta. Morrigan es doncella, madre y viuda.

Morrigan formaba una tríada con Badb y Macha, aunque en algunas fuentes se la describe como diosa triple, incluyendo a Bodbh y Macha como otras manifestaciones de la Morrigan.

Morrigán es capaz de cambiar de forma y aparece como una mujer joven y hermosa, como una anciana, como un cuervo u otra criatura. Suele aparecer ceca de los arroyos, lavando los ropajes de aquellos que van a morir.

Morrigan pertenece a los Tuatha Dé Danann, los seres mágicos que habitaron Irlanda antes que los irlandeses actuales.

El hecho de que Morrigán sea capaz de cambiar de forma, nos dice que en muchas ocasiones necesitaremos del caos, de los accidentes o de los infortunios para poder despertarnos y cambiar nuestra propia forma, es decir, nuestra vida. Nuevamente, la muerte no significa un final sinó un comienzo. La destrucción creada por Morrigan nos puede servir para deshacernos de viejos hábitos y tener una tabla rasa (llanura - Macha) desde donde comenzar otra vez.

Como todas las corrientes paganas, es Neutral, lo que viene a significar que el bien y el mal son relativos y no puede existir lo uno sin lo otro. Puede que algo malo, sea necesario para que tu álma crezca al aprender de él, o puede que hagas algo creyendo que es bueno, y que los efectos sean todo lo contrario.

Morrigan nos enseña que a veces, debemos dejar morir esa parte de nosotros mismos, como la crisálida de la mariposa,para dar paso al renacimiento de una nueva vida, y debemos hacerlo con seguridad y valentía.Si es así, bienvenida sea a nuestras vidas.

Una vez mas, aprendamos lo que la espiritualidad y las culturas ancestrales nos tienen que enseñar.

*Neö